Por: GUILLERMO NAVARRETE
La información es inherente al hombre como especie. En un principio, la observación de cada fenómeno como instrumento para adaptarse a las necesidades propias del subsistir, provocó la necesidad de acopiar datos para la elaboración de herramientas, armas y sitios de refugio, proceso evolutivo que permitió la construcción de teorías que permitieran dar explicación a incesantes preguntas y a las cada día más sofisticadas maquinas orientadas a mejorar la productividad, calidad de vida del ser y, en muchas ocasiones, satisfacer deseos egoístas de acumulación. Pero informar acerca de los hechos que se generan en cualquier contexto, también fue tomando forma hasta constituirse en lo que ahora se denomina el cuarto poder.
El surgimiento del periodismo es objeto de polémica en el mundo, algunos referencian el siglo XIV, otros se remontan a Grecia, año 484 a C., con las crónicas de Heródoto o del emperador Julio César, nacido un siglo a.C, quien divulgaba las victorias que obtenía en su periplo conquistador por Europa a través de lo que se denominó el Acta Diurna, textos escritos en paredes blancas, que luego las hacía leer en voz alta. Los Escribas de la antigua Mesopotamia, a mi juicio, eran una especie de cronistas que, en un principio se dedicaron a consignar asuntos administrativos y financieros, pero luego a relatar sucesos históricos. Junto con los fariseos, Jesús de Nazaret los recriminaba por su actitud Hipócrita frente al cumplimiento de la ley de Moisés y delos ritos ordenados por Dios para el pueblo de Israel. El arte rupestre o petroglifos, es una forma usada por las tribus para registrar hechos, creencias o costumbres que ellas tenían.
En Colombia, según la Enciclopedia del Banco de la República, la primera expresión periodística se dio en 1785 con la aparición del Aviso del Terremoto y de la Gaceta de Santafé, publicado por Manuel del Socorro Rodriguez, un hombre de origen Cuba, considerado el Padre del Periodismo. A la Bagatela de Antonio Nariño, se le atribuye ese mensaje político en defensa del centralismo, un trozo de la Patria Boba que eternamente padecemos. De esta tierra han brotado excelsos cronistas como Germán Castro Caycedo, uno de mis autores preferidos, al mismo tiempo que periodistas y escritores como Hector Abad Faciolince y Gabriel Garcia Márquez.
Lamentablemente el periodismo, en razón de la violencia de todo tipo, es una profesión de alto riesgo para quienes deciden denunciar hechos que pata diversos sectores por su actuar delictivo, deben permanecer ocultos. Es preciso entonces recordar a Guillermo Cano Isaza, Jaime Garzón y Amparo Leonor Jimenez Pallares, tan sólo tres de los más de 165 periodistas asesinados en Colombia. En el año 2023, cayó a manos se sicarios, Luis Gabriel Pereira, en Ciénaga de Oro, Córdoba (FLIP,2023). Claro, la impunidad recorre rampante los pasillos de la justicia respecto del esclarecimiento en contra de los perpetradores de tales crímenes.
Las diversas formas de ejercerlo hacen parte de su quehacer. Algunos acuden a la verdad verdadera con datos, fuentes y relatos fidedignos, otros a la verdad a medias para manipular a la opinión pública a favor de intereses personales o a ka mentira que replicada muchas veces se convierte en verdad. De los medios que presionan al establecimiento para obtener jugosos contratos de publicidad hasta aquellos que deben someterse a las pretensiones de los ostentadores del poder o sufrir la condena de la desaparición por mantener su independencia. Lo cierto es que el periodismo es necesario para la sociedad, aunque es deseoso que sea uno que se autorregule en términos de ética, veracidad, respeto e imparcialidad. A ellos un homenaje irrestricto. También lo es a Noticias 5 por su edición número 600, fruto del esfuerzo de Zahur Klemath Zapata, un Colombia residente en Puerto Rico, que ama a su patria. A este medio independiente y a su equipo de trabajo, respetuoso de las posturas de quienes allí escribimos desde el acaecimiento de la Pandemia provocada por el Covid-19, congratulaciones y gracias por permitirnos hacer parte de esta familia.
La ocasión se presta, así mismo, para exaltar a Rubens, Rubén Dario Bustos Jiménez, por el Premio Nacional de Periodismo recibido en la modalidad de caricatura, un merecido reconocimiento a su trayectoria. Felicitaciones.