Nacido hace 84 años en Bogotá, es Ingeniero y Economista
Cortesía diario El Espectador
Como lo señale en la última columna en forma reiterada, la economía no adopta el camino indicado. De tiempo atrás experimenta fallas que se registran en los indicadores más representativos. En el fondo se pretendió enfrentar la caída dictada por la naturaleza con disposiciones ideales mercado, como subir la tasa de interés real y revaluar la moneda.

No se ha querido entender que los hechos factuales son un recurso de economía positiva que se deben emplear cuando la teoría no da los resultados previstos. El manejo del estado de la economía es inadecuado. No se advirtió que el país experimenta serias deficiencias que no se enfrentan con el modelo idóneo.
La economía colombiana registra una caída sin precedentes de la tasa de ahorro con relación a la tendencia histórica y un aumento notable del déficit fiscal y en cuenta corriente. Se requiere un modelo basado en las directrices de desequilibrio, que eleve la tasa de ahorro.
En el artículo anterior mostré como la economía había entrado en un estado crítico. No se adoptaron las soluciones adecuadas para enfrentarlo. La economía enfrenta una sería deficiencia de ahorro. Si no se actúa se podría comprometer el crecimiento del producto y el progreso. La solución es aumentar el ahorro y reducir déficit fiscal y en cuenta corriente.
La economía se encuentra en un estado de oferta menor que la demanda que no puede resolverse con los procedimientos convencionales de mercado.
La observación de los hechos factuales indica que las políticas y teorías no dan los resultados previstos. La economía experimenta deficiencias que no se han corregido con el modelo adecuado. Se insiste en las soluciones ideales de mercado, cuando lo que se requiere es un modelo de desequilibrio para enfrentar estados de desequilibrio.
La mayor falla está en la concepción de equilibrio. La evidencia de que el ahorro está por debajo de la inversión se mantiene, y no es sostenible.
El hecho más sobresaliente es el de la caída de la relación capital-producto y del crecimiento del producto. Estamos ante un sistema económico altamente vulnerable. El mercado no está en capacidad de mantener la economía en pie. Estamos ante un sistema en que la relación capital-producto y el ahorro declinan. La economía queda a la deriva y tiende al colapso. La solución no puede ser distinta a la de una acción abierta para devaluar la moneda, bajar el interés real, y controlar los déficits fiscal y en cuenta corriente.
Desde la pandemia la economía colombiana no ha recuperado la senda de crecimiento y la postergación de políticas inadecuadas ha agravado su estado. No se ha evitado la deficiencia de ahorro sobre la inversión. Lo más grave, no se ha revertido el descenso de la relación
capital-producto y de la inversión, que son los principales determinantes crecimiento del producto y el empleo. Como lo he señalado repetidamente, se requiere un modelo que baje la tasa de interés real y devalúe la moneda, y de esa manera revierta la tendencia descendiente de la tasa de ahorro. Las soluciones que deprimen el ahorro son ineficientes, inequitativas e insostenibles.
