Cortesía de PORTAFOLIO.
¿Agricultura en riesgo?
En Colombia según el reporte del propio Ministerio de Agricultura, el crecimiento del agro colombiano fue del 10,2% en el segundo trimestre
POR:
Luis Felipe Chavez
En el siglo XVIII el economista francés Francoise Quesnay produjo nociones económicas fisiocráticas, que se basaban en una economía producida por la propia naturaleza, es decir, la tierra, los animales, la vegetación y los minerales. Así, estas caracterizaciones estaban orientadas a la agricultura en su mayoría.
El trabajo de Quesnay promovía que la tierra es la fuente de toda la riqueza tomando aportes también de la Riqueza de las Naciones de Adam Smith en temas como la división del trabajo, el mercado global e interno, los salarios, y la acumulación del capital, pero en este caso, en el trabajo de la tierra.
El despotismo sobre el poder absoluto estaba dejando ser, particularmente en Europa, un método político. La diversificación de los mercados, de los propietarios de tierras, de la agronomía sistemática e inclusive del mismo pensamiento cultural rural cada vez era más libre y generaba más ingresos per cápita tanto en las ciudades como en el agro.
En esta misma línea, la violencia en las tierras por el poder autónomo disminuía entre ejército y la subversión, permitiendo un tranquilo desarrollo agrónomo.
Según el medievalista Phillippe Contamine, en los siglos XV en adelante, la explotación de la tierra se dio en cantidades astronómicas debido a que los hombres libres de los campos rurales, no solo se autoabastecían, sino que ayudaban a abastecer la ciudad haciendo un ciclo perfecto de eco alimentación humano.
Todo lo anterior permitió que la riqueza de la tierra generara más trabajo y, por ende, mayores oportunidades alimentarias y tecnológicas, que incluían a las grandes urbes en una Europa cada vez mas alejada de los conflictos bélicos territoriales, interrumpidos después, por la primera y la segunda guerra mundial.
Ahora bien, en Colombia según el reporte del propio Ministerio de Agricultura, el crecimiento del agro colombiano fue del 10,2% en el segundo trimestre, yendo en contravía con la una economía rural llena de violencia, en torno a la apropiación de los grupos al margen de la ley como lo son las autodefensas, el ELN, las disidencias de las Farc y grupos terroristas y crimen organizado y no formal. Estos grupos tienen una presencia en el territorio colombiano en más de trescientos (300) municipios compartiéndose entre si el territorio, compitiendo por el y hasta dominándolo según datos de la Defensoría del Pueblo. Y en las bases de datos de la Comisión de la Verdad solo existe información hasta el año 2016, que, aunque el cierre del tratado fue de esa época, pareciera no interesarle la actualización de datos.
Así, concluimos que, o los datos que dice el Minagricultura son erróneos o el agro convive plenamente con la delincuencia, o ambos. Decida usted.
Luis Felipe Chávez Giraldo
Historiador