Por: Gustavo Álvarez Gardeazabal .Escritor Vallecaucano, Ex Gobernador del Valle
Como si estuviéramos oyendo llover, nadie hace ni dice nada por los pacientes que reclamaban sus medicamentos en Audifarma para la Nueva EPS y ahora no saben dónde los van a seguir reclamando. Y como para las tortugas zurdas que nos gobiernan da lo mismo que el Fomag atienda bien, mal o nada a los maestros porque ningún docente puede hablar mal de lo que dice hace o deja de hacer el gobernante y sus aturdidos ministros, lo que antes les funcionaba como un relojito a los maestros de Colombia, como metodología aceitada para atenderlos en el manejo de su salud, hoy es apenas un recuerdo.
Lo grave no es que esto pase bajo un gobernante delirante, engañado por sus subalternos y rodeado por robagallinas. Lo grave es que, como fue pasando en Cuba, esa desidia se vaya apoderando no solo de quienes tenían la responsabilidad de no dejar caer la estantería, sino también de las víctimas del equivocado procedimiento y nadie protesta. Y los que pueden hacerlo o dicen que llevan la vocería del ciudadano colombiano, los contratistas que fungen de congresistas y los medios de comunicación que sobreviven con pautas de limosna, agravan la situación.
Pocos hacen eco y mucho menos dan explicaciones para entender el colapso que se está viviendo. Pero si la más grande EPS del país, intervenida por el gobierno nacional, se ve a gatas y no hay ni presidente ni ministro que la saque del atolladero donde ellos mismos la metieron, este país se va a parecer cada vez más a Cuba, donde todo comenzó a hacer falta y por defender la revolución se dejaron hasta castrar parados.
Y si los maestros colombianos, que hacían un paro con la misma facilidad y asiduidad conque orinaban, ahora se acostumbraron a quedarse callados ante el atropello, este país se parece más y más a Cuba. Y dentro de un mes, cuando decreten el racionamiento de gas y electricidad, y lo sumen en Bogotá al del agua que ya tienen, Colombia se habrá acercado más a ser otra Cuba.