La Cop 16 de Cali comienza este lunes. La magnitud de lo que sucederá durante 10 días no lo hemos alcanzado a medir. La falta de un conocimiento sobre la tradición de eventos como ese, pero sobre todo la dificultad de encontrar suficiente ilustración resumida, ha sido solucionada en gran parte por un estupendo libro que comienza a circular hoy y que escribieron al unísono el infatigable Pedro Luis Barco y el preciso Gustavo Eduardo Moreno, el experto ambientalista que trabaja en Guayaquil y que lleva por título “La Cop 16 de Cali”.
No es un libro difícil de leer, pese a lo especializado que resulta siendo. Sus autores afirman con certeza que está hecho para jóvenes de todas las edades y hasta para viejitos desocupados, pero lo que buscan es mucho más allá que entretenernos. Es un texto acumulativo pero con propósitos informativos.
Está planteado idealísticamente como siempre lo hacen los ambientalistas ante la inminencia del arrasamiento. Fundamentados en el destino tradicionalista creen que la COP 16 y las voluntades que de allí se deriven impedirán esa debacle.
Pero como describen, no muy imparcialmente, la verdadera hostilidad que se libra tras bambalinas, y que no se nos había contado, entre las COP y las UPOV, el libro adquiere inusitada importancia como herramienta de entendimiento sobre el grito de guerra que en trasfondo se dará, quizás hasta sin decirlo, desde el lunes en Cali.
Las UPOV defienden y estimulan la batalla contra el hambre que han ido ganando los genios que modifican las semillas para que se vuelvan más resistentes a los bichos y más productivas.
Las COP intentan frenar tales avances para que se conserven las especies nativas, la biodiversidad y el tradicionalismo y por ende la pachamama y todas las denominaciones de la madre tierra. Pero el éxito del libro es que aunque denuncian el mercantilismo de las farmacéuticas y multinacionales que respaldan las UPOV, cuentan como las COP van perdiendo pero ellos se quedan con los derrotados.