Empezaron vendiendo desayunos, tamales y lechona. Ahora quieren ser los primeros en crear una hamburguesa que pesa más de 100 kilos. El restaurante es un homenaje al Tolima y empezó vendiendo desayunos en Chapinero.
Tras una larga vida dirigiendo restaurantes, los padres de Carlos fallecen y él toma las riendas del negocio. Estudió cocina y tuvo la iniciativa de involucrar la comida rápida en el mesón.
La nueva apuesta de Carlos era ahora trabajar en una cocina oculta. Un lugar con estufa, nevera, lavaplatos y gabinetes en donde preparaba hamburguesas artesanales para la venta, pero solo a domicilio, porque no había ni sillas ni mesas. En una época como la pandemia, el negocio le dio grandes resultados y pasó de esconder su cocina a abrir su primer local, en Terreros.
Desde allí se desempeña a innovar en los platos de comida rápida. Por la zona es comúnmente conocido por sus extravagantes hamburguesas y perros calientes, pero claramente, esta será la prueba definitiva.